Me detuve en el jardín, el césped y las plantas, estaban abandonados, la antigua belleza se había perdido. Debería comenzar de nuevo y convertirlo en un parque florido.
Se abrió la puerta de entrada y Carla salió a recibirme, me abrazó y me dejó su beso en cada mejilla.
—Mi querida le dejé todo en orden —me dijo— el polvo y tantos meses la casa cerrada dejaron olor a humedad. En la cocina le preparé el té y en la heladera hay pollo para la noche. Me voy que mi niña ya sale del colegio.
Me entregó las llaves y se fue. Al entrar, la emoción bajó en lágrimas que no quise contener.
¡Mi casa! como la extrañé.
Recorrí los ambientes, todo estaba igual, sólo yo había cambiado. Me miré en el espejo, había adelgazado, la ropa me sobraba dándome un aspecto desagradable. Fui a la cocina y me serví el té, taza en mano me dirigí al living, me estaban esperando.
—¡Cuánto los extrañé! —Les dije— sé que ustedes también. Un año es demasiado tiempo y más aún internada en un psiquiátrico. No saben que frío hace por las noches, los gritos de los internados retumbaban en la soledad de mi celda, sí, de mi celda. Me alojaron en una con paredes acolchadas, venían los médicos varias veces al día me inyectaban, hacían preguntas y me daban pastillas, verde a la mañana, roja por la tarde y dos rosas por la noche. Durante meses viví ese infierno, hasta que comprendí que debía mentir —me senté, ellos me miraban sin entender— ¡Mentí! Comprendí que decir la verdad ofendía sus patrones de lo ellos consideran cordura. Así que desde hoy, fingiré que no existen. Vivo sola. Ellos, mi familia, mi medico, vendrán a visitarme, harán preguntas y yo disimularé la verdad, y así seremos felices como antes. ¡No lloren! ¡Yo los amo! pero la sociedad no entiende que yo viva con dos fantasmas, ¿Comprenden?
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9 comentarios:
María Rosa, qué bueno vivir con dos fantasmas. Me gustó la emoción de volver a un lugar querido.
Un abrazo
Rosario
Muy bueno María Rosa. ¡Tantas veces hay que callar la verdad para que no crean que uno es loco!
Un beso
Graciela
Qué bueno tener noticias de este espacio, me encanta!"!! Bravo por vos María Rosa y no tengo la menor duda de que eso es la locura.
Bravo
Haydée
Gracias chicas un gusto reencontrarlas.
besitos.
María Rosa
De verdad que se transmite la emoción de ese retorno a casa "al hogar", y lo de los fantasmas, eso es lo de menos, el hogar es ese lugar en donde nos sentimos queridos y aceptados tal cual somos y asi, con paranóias incluidas, nos sentimos a gusto entre ellos, los fantasmas.
Y si para ello tenemos qué fingir cordura, adelante, mejor fingir.
Por ahí te faltó un qué
... decir la verdad ofendía sus patrones de lo "que" ellos consideran cordura.
Saluditos, Nata.
Hola nata, buena observación, al decir "ellos" me refería a la sociedad que nos rodea.
Tal vez debía ser más explicita.
Gracias por leer y comentar.
María Rosa
feliz domingo...
ya sigo tu blog
besos
Marina
Gracias Marina, un gusto encontrarte.
María Rosa
bonito relato voy de visita
un abrazo
Marina
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