7/11/2009

CON OLOR A MANDARINAS

Haydée Guzmán

La noche, una cualquiera. Las necesidades, unas cuantas. La soledad inmensa, absoluta, y cuando no, latente. Imposible pensar en escribir cuatro líneas coherentes cuando se está sumergido en la oscuridad, con suerte puede rescatarse el placer de leer, pero el escribir es mucho más difícil.
Las mujeres no tenemos siete vidas como los gatos, pero sí una esencia felina que nos otorga por lo menos cuatro, y así pasamos por este mundo: muriendo y resucitando. Mi caso no es distinto. Muero y resucito, como el ave Fénix, pero no de mis propias cenizas sino de mi propia voluntad, a fuerza de voluntarismo impuesto, consciente y recreado cada mañana.
Sólo se necesita una palabra amiga, unos ojos confiables, una mano cálida y ya la vida tiene olor a mandarinas, y entonces es distinto. Porque con olor a mandarinas una puede escribir los versos más tristes esta noche, o disfrazarse de hada y construir diez mil milagros por segundo.
Eso hice, una noche cualquiera, con todas las necesidades a cuestas y la soledad, inmensa, absoluta y por momentos, solo por momentos, latente, resucité. A fuerza de voluntad me inventé una varita mágica con la que conseguí una cara de príncipe azul, de los que no destiñen, un traje de polichinela, cubrí la noche con palabras doradas y nos fuimos juntos a teñir la cama de amores pasados y futuros.

8 comentarios:

mariarosa dijo...

Hola Haydée, que gusto encontrarte y leerte. Me vi reflejada en tu texto, en ese reinvertarse de cada mañana.

Como siempre una joyita.

María Rosa
(MARO)

letra de tango dijo...

Gracias Maro, la palabra de Rosario, las ganas y el aguante de ustedes y después de tanto tiempo, tres párrafos... qué exorcismo!!
Besos

Clara dijo...

¡Hola Haydée!
¡Qué buen enfoque el de tu relato!
Ese resucitar, y la fuerza de voluntad con su espada de real magia.

Beso,
Clara.

letra de tango dijo...

Gracias Clara, quñe lindo volver a encontrarlos a todos, qué magia también la de internet.

Beso

Rosario Collico dijo...

A ver si ahora sale el comentario que dejé como 3 veces y nada de nada:
Totalmente exorcisada!!!
Besos
Rosario

Malinata dijo...

Mi querida Haydeé:
Durante la lectura del relato me fue acompañando ese aroma a mandarina que relaja y refleja la paz interior que todas añoramos después de un día de arduo trabajo, una ruptura, el hijo que no para de llorar o está enfermo, incluso el SPM. Pero como bien dices, nuestro lado felino, nos llena de vida para salir de esas y muchas otras.
Bello relato muy femenino por cierto, y muy amoroso también porque a final de cuentas, y en todas las circunstancias el premio siempre será el amor, el apapacho, el arrumaco.
Saluditos.

Juan Carlos Hernández Benavides dijo...

Hola Haydée,

Me dio mucho gusto volver a leerte. Yo creo que todas y todos necesitamos una sonrisa, un abrazo o una delicada mano para sentir que la vida es más que rutina, trabajar y pagar servicios, ver pasar las nubes y el tiempo que nos oxida... En fin, no quiero ponerme trascendental... ¡Me gustó mucho tu relato!

¿La varita mágica será lo que me estoy imaginando? ¿O tengo la mente muy torcida?

Un abrazo.

letra de tango dijo...

Gracias a todos, dan ganas de tener inspiración todos los días, y pensar que fue el comentario de Rosario el disparador y... pude!!!

juanm, las varitas mágicas son variadas, pero la que vos te imaginás da muy buenos resultados... tu mente está derecha

un beso